Ciudad recogida dentro de murallas casi desaparecidas, con monumentos que relatan una historia que parte de la fuerza de los Romanos y del encanto del período medieval hasta llegar a la elegancia de la época barroca cuando la ciudad fue capital del Ducado de los Estense. La UNESCO reconoció el valor de sus tesoros declarando Il Duomo (la catedral), Piazza Grande y la Torre Ghirlandina Patrimonio Mundial de la Humanidad.

El recorrido clásico de la ciudad inicia en el Palacio Ducal del cual admiraremos su externo. Este edificio fue construido sobre los restos de una fortaleza medieval que pertenecía a la familia de los Estense, en el momento en que Modena se convirtió en la nueva capital del ducado al inicio del siglo XVII. La majestuosa fachada de inspiración Berniniana presenta unidad estilística barroca a pesar de que las extensiones de su construcción continuaron hasta el siglo pasado. Este edificio es hoy la sede de la Accademia Militare per Allievi Ufficiali (Academia Militar para Estudiantes Oficiales).

Pasaremos a través del Gueto Judío instituido por Francesco I d’Este en el año 1638 donde todavía hoy la comunidad judía continúa reuniéndose en la sinagoga, un edificio monumental del siglo XIX.

Nos detendremos en Piazza Grande que fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en el año 1997. La plaza era el centro de la vida cotidiana de los modeneses y muchos son los detalles que recuerdan la importancia pública del lugar. Aquí visitaremos el Duomo (la catedral) y a su lado veremos el campanario de la Ghirlandina, una obra extraordinaria iniciada por Wiligelmo y por Lanfranco, dos de los mayores exponentes del románico en Europa y terminada con líneas de estilo gótico a inicios del siglo XIV por los Maestros Campionesi. En la catedral se conservan también los preciosos restos de San Geminiano el Santo Patrón de la ciudad.

De la plaza accederemos después al Edificio del Ajuntamento con sus prestigiosos frescos y el famoso cubo o balde secuestrando durante la batalla de Zappolino en el año 1325.

Pasaremos por el pintoresco Mercado cubierto Albinelli inaugurado en el año 1931 donde nos deleitaremos con la visión de deliciosos productos de la zona entre los que no pueden faltar el vino Lambrusco, el vinagre balsámico y el exquisito queso Parmigiano Reggiano.

Visitaremos la Iglesia Renacimientale de San Pedro con su Monasterio Benedictino. Es posible visitar la zona dedicada a las especies, aromas de origen vegetal que preservan y dan sabor a los alimentos.   Si se desea participar a una degustación de vinagre balsámico tradicional de Modena en el monasterio se debe hacer una reservación anticipadamente pues aceptan sólo grupos limitados.

Observaremos la Iglesia barroca de Sant’Agostino que fungió de tumba de la familia Estense.

Nuestra jornada llegará a su fin cuando caminando llegaremos hasta la Piazza della Pomposa uno de los ángulos más sugestivos de la ciudad y al adyacente Foro Boario, un extenso mercado de ganado del siglo XIX.

Opciones:

En alternativa al mercado Albinelli y a la Chiesa di San Pietro es posible visitar la Galería Estense con sus pinturas, esculturas y colecciones arqueológicas y también la Biblioteca Estense donde se puede admirar la extraordinaria Biblia de Orso d’Este, el libro de pergamino decorado y escrito a mano el cual es el ejemplar italiano más leído y estudiado en todo el mundo.

Si en cambio se prefiere la tecnología moderna a las exposiciones de arte de la ciudad, a poca distancia del centro es posible visitar el MEF – Museo Enzo Ferrari que con su particular forma de capó amarillo encierra la historia del fundador de la Ferrari. Además presenta algunos de los autos más bellos y con más victorias de la casa del caballero encabritado.

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El orden de visita de los monumentos no es el indicado aquíy se adapta de acuerdo a las necesidades de los visitantes. No asumimos la responsabilidad de los aumentos de precios o los cambios de los horarios de apertura de monumentos que ocurren durante la temporada.